viernes, abril 14, 2017

LA REBELIÓN DE LOS BICHOS BOLITA

 El asombro mezclado con frustración se pudo ver en los ojos del nene, no podía entender porque el Bicho Bolita no respondía como siempre… ¿porqué no se hace como una pelota? ¿ Porqué sigue caminando?
No fue al único que le pasó, no respondían a lo que se esperaba de ellos, por más que se los toque ni de forma más o menos cariñosa pero invasiva, ni con un palo, u otro objeto contundente, los Bichos Bolita seguían erguidos, caminando, ajenos a todo intento de que hagan honor a su nombre.

Decidieron dejar de enroscarse en su propio dolor, de esconderse y huir para adentro.

Decidieron dejar de acatar como una orden todo contacto con su cuerpo y hacer obedientes lo que esperan de ellos.

Decidieron, pero seguramente no de un día para el otro, aunque siempre hay un día anterior al de que se toma una decisión.

Caminaron en marcha erguida. Mientras varios hombres perdieron la paciencia y lo que antes era roces sutiles  ahora pasaron a ser golpes, fuertes para amedrentar, para que quede en claro quién tenía la fuerza y el poder.

Varios quedaron en el camino.

La Noche surgió de repente y frenaron en su andar, decidieron tomar un descanso y acurrucarse para buscarse a sí mismos y no estar en soledad.


Decidieron darse un tiempo, para luego marchar con nuevas fuerzas. Se acurrucaron entonces, y así poder sentir el calor propio y el de sus compañeros, cosa que está permitida y hasta es recomendada en las rebeliones, mucho más si de Bichos Bolita se trata.