No había podido encontrar el amor" El Hada y el Mago. (Rata Blanca)
EL
MAGO CAPRIA
La imagen que se
acerca despacio es la de una princesa caminando sola y triste por el
bosque, desorientada y desanimada, tropezándose con cada rama,su
único recuerdo es lo que le decía su madre ”nena sos un accidente
a punto de suceder”;y siempre,sin falta, sucedía.
Salió a caminar
para olvidar y como muchos de nuestros propósitos y proyectos, la
parte más penosa es cuando se concretan en realidad, y así fue, la
princesa de ojos tristes se olvidó realmente de todo, su nombre,
dónde quedaba el castillo en el que vivía, cómo había salido el
clásico del domingo pasado y cuál era la situación que quería
olvidar.
Vemos no muy lejos
de ese lugar pero unos años antes, a un joven sin casa donde estar
ni familia, para quien el sentido de su vida pasaba por el hecho de
aprender magia , y para lograr su propósito se dirigió al Normal
10, el portero de la escuela detuvo su rauda carrera hacia las aulas
y con un gesto adusto, seco, le mostró la multitud de aspirantes que
se agolpaba en la puerta, entonces el portero tuvo que manejar la
situación demostrando que esta no era una escuela más, mirando a
cada uno a los ojos y señalándolos con vos firme pero no agresiva
se impuso y dijo las palabras mágicas: “vo si, vo no. “
Los que quedaron
afuera pasaron por una breve prueba escrita, Capria; el joven de
nuestra historia; fue el primero en terminar, por lo tanto el primero
en ser corregido y el primero en ser reprobado.
A continuación
un fragmento de la prueba con las respuestas de Capria con sus
respuestas:
1 P: La
complejidad del universo y lo terrible de los actos humanos, a qué
nos lleva?
R: al
optimismo
2 P: ¿Se puede
obtener todo en la vida?
R: Si, desde
ya,
P: ¿Porqué
quiere aprender magia ?
R: Para animar
fiestas infantiles
La muchacha
,volvemos a ella y con ella a la actualidad ,continuaba con su
confusión , caminando en círculos, alrededor de un árbol .
Fueron muchos los
meses, y las pruebas en las que Capria falló, seguía sin poder
entrar al normal 10, acampó en la calle y miraba con la ñata
contra el muro, ya que se dio la nariz contra el muro invisible que
rodea al campo de deportes de la escuela.
Miraba
como entrenaba el equipo de fútbol porque se acercaba un torneo
Inter- Escuelas de magia, en uno de esos días de pasiva expectación
la pelota cruza allende el muro y cuando está a punto de tocar el
suelo, Capria le arma una cuna con su pie izquierdo y luego comienza
a hacer jueguito, esto durante varios minutos frente al asombro de
los futuros magos; viendo la situación el gran maestro calculó cada
una de las palabras que iba a decir hasta que le preguntó :
-Cómo
te llamás píbe?
-Capria
y quiero ser mago – le contestó mientras le da de bolea con la
pierna izquierda y la pelota se eleva por encima del muro y luego
lentamente se posaba en el suelo con una caída muy suave y cuidada
como desmayo histérico
-Y mirá , al
menos tenés una zurda mágica, entrá nomás
El equipo jugaba
un campeonato y hacía tres años seguidos que terminaba segundo
detrás de Harry Potter college.
De esta manera
pudo cumplir su sueño de entrar a la escuela de Magia "Normal 10".
El tiempo
empecinado en no asentarse en ningún lugar, siguió pasando y en un
momento de ese paso ininterrumpido , el gran maestro llamó a Capria,
en esos años el equipo de fútbol no salió campeón y el joven de
nuestra historia no lograba realizar un conjuro como la gente.
El gran maestro
estuvo intentando ya de varias forma deshacerse del aprendiz con una
moneda en su mano que por más lento que la cerrara ,el aspirante a
mago nunca la podía agarrar, así que esta vez se sentó frente de
el ,extendió los puños cerrados y le dijo,
-si adivinás en
qué mano está la moneda, quiere decir que ya estás listo para
enfrentar el mundo y convertirte en un mago de tierras lejanas, lo
más lejanas posible .
Capria eligió
una, no importa cuál ya que el maestro tenía una moneda en cada
mano.
Estamos en la
actualidad ,y vemos a la princesa de ojos tristes y olvido total
,dar vueltas en círculos alrededor de un árbol, mientras de sus
ojos se fugaban lágrimas, cuando Capria la encontró no pudo
resistir esa imagen.
- Siempre me pone
triste ver a una mujer llorar – dijo y el árbol cayó, no quería
que pasara eso, pero resultó bien, ya que pudo llamar la atención
de la muchacha.
Capria juntó del
bosque los elementos necesarios, los revolvió mientras pronunciaba
las palabras mágicas y de esta manera buscó realizar un hechizo
para que la princesa dejara de llorar, hubo humo y luego en su mano
apareció un pañuelo, si bien no buscaba ese resultado, fue útil.
-Gracias igual-
dijo la princesa mientras se sonaba la nariz con el pañuelo mágico.
Intentó que
apareciera una alianza con su varita, pero lo que logró fue una
fuerza política que se le quebró en las manos.
Intentó hacer
aparecer un perro que con su olfato los guíe hasta el castillo de la
muchacha, pero le salió un jugador de fútbol que le pegó una
patada en la rodilla y se fue gritando
-no lo toqué ,fui
a la pelota...
Pasadas las horas
afinó la puntería; y eso que no era goleador; tomó hojas del árbol
caído, realizó ,luego de varios y fallidos intentos, un hechizo por
el cual él también se olvidó de todo lo anterior, si bien no era
ese el efecto buscado... el efecto buscado ya era un olvido.
Luego, sin
recordar que era un pésimo mago se fue a un viaje por el tiempo
mágico que no dura igual que el tiempo real, no sabría decir en
cuanto es la diferencia, pero quedémonos con saber que no duran lo
mismo un lunes de magia que el lunes que pasó.
Luego de horas
reales, regresó, fatigado y andrajoso diciendo que había buscado la
flor de inigualable belleza en la cima de las montañas más altas,
en lo valles más hermosos, en el océano , en la cancha de Nueva
Chicago y en cada rincón de este universo hasta que por fin la
halló, y le extendió un paquete envuelto para regalo, ella comenzó
a abrirlo y con el trascurrir de los minutos, él, sin perder el tono
romántico y aún dando muestras del cansancio físico le dijo,
mientras le quitaba de sus manos el regalo:
-dejá, dejá que
lo abro yo.
Pasados otros
varios minutos cuando entre los dos pudieron abrir el paquete,
apareció frente a los ojos de la princesa, una cajita que al abrirla
se apreciaba un espejo que reflejaba su rostro con ojos tristes
-ahí está la
flor inigualable en belleza- dijo el
Se hizo de noche ,
decidieron descansar debajo de unos árboles, y promediando la
tardecita del otro día, cuando ella entendió lo que El mago le
quiso decir con lo del espejito, ahí nomás, se enamoró.
En un acto no
necesariamente guiado por la magia pero si hijo de la fe,comenzaron a
andar su camino ,sin saber todavía, si lo harían rumbo hacia el
hogar que él nunca tuvo ,o hacia el castillo del que ella no
recordaba su ubicación.
Pero igual fueron
felices, por lo menos hasta que tuvimos noticias.